Cuando buscamos un poco en la historia sobre esta maravillosa práctica nos encontramos que el término "masaje" es bastante reciente, su práctica data de tiempos muy remotos y se le ha reconocido como la práctica curativa más antigua de la humanidad, además de ser el método más natural e instintivo para aliviar un dolor o molestia corporal.
¿Quién no ha seguido el impulso intuitivo de frotarse o masajearse alguna zona del cuerpo que se siente dolorida por un golpe, por un mal gesto, por una mala posición, por cansancio o simplemente por el gusto de relajarse?
Ciertos trabajos de investigación han permitido establecer que, en casi todas las antiguas culturas, se practicaba alguna forma de masaje y que estos conocimientos se fueron expandiendo por el mundo de oriente a occidente. Se cree que la práctica del masaje se extendió hacia Europa desde el Este y que floreció hacia el 300 a. C.
Cuando hablamos de masaje terapéutico es ineludible resaltar que el masaje fue sin lugar a dudas la primera técnica terapéutica que se aplicó a si mismo el ser humano para aplacar el dolor.
Entre los beneficios de su práctica se encuentran que ayuda a evitar y aliviar los calambres, así como los espasmos, mejorando la circulación sanguínea y linfática; aumentando los niveles de oxígeno en sangre y la liberación de histamina y serotonina (que son las hormonas del bienestar, relajación y placer). También facilita un mejor transporte del oxígeno y nutrientes a la célula, ya que reactiva la eliminación de los desechos metabólicos y facilita el retorno venoso.
Psicológicamente, el masaje alivia el cansancio y el dolor, reduce la tensión y la ansiedad, aplaca el sistema nervioso y promueve una sensación de relajación y de energía renovada.
Existen numerosas variantes y técnicas como: masaje deportivo, relajante, descontracturante, sueco, con piedras calientes, con bambúes, tailandés, ayurvédíco, con velas aromáticas, con esferas chinas; entre otros. En posteriores artículos los vamos a ir analizando con sus respectivos beneficios y contraindicaciones.
Si no has tenido nunca la oportunidad de disfrutar de un buen masaje o hace algún tiempo que no tienes esta experiencia, te invitamos a que pienses que bien te haría recibir uno en estos días. Anímate que no te arrepentirás.
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